Seré sincera, no me gustaron los ostiones, de hecho, no creo que vuelva a probarlos por MUCHO tiempo. A menos que evolucionen a algo delicioso y de aspecto más apetecible.
Los que me conocen saben que no soy de comer ‘cosas del mar’ generalmente no me gusta la textura y el sabor pero desde que he ido ganando interés en el maridaje de las cervezas pues me he estado retando y privando en intrépida para comer cosas que generalmente no probaría.
Esta vez fueron los ostiones.